El lago Big Trail. NASA / Katie Jepson
La investigadora Katey Walter Anthony, colaboradora del Experimento de Vulnerabilidad del Ártico Boreal (ABoVE) de la NASA, reveló que el lago Big Trail, cerca de la ciudad e Fairbanks, en Alaska, está liberando grandes cantidades de metano hacia la atmósfera, lo que podría contribuir al calentamiento global, informó este jueves la agencia espacial estadounidense.
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De acuerdo con la NASA, el Big Trail es un lago de tipo termokárstico, lo que significa que su aparición es el resultado del derretimiento del permafrost, el suelo permanentemente congelado que se encuentra en las regiones más frías del planeta, como consecuencia del cambio climático. En Alaska en particular, el permafrost contiene fragmentos de hielo. Cuando este hielo se derrite el suelo de la superficie se derrumba y crea un socavón que puede llenarse de agua, formando un lago termokárstico.
“Este lago no estaba aquí hace 50 años” , aseguró Walter Anthony, señalando que anteriormente “el suelo era unos tres metros más alto y era un bosque de abetos” . A medida que se derrite la capa de permafrost del fondo del lago, la actividad microbiana también se incrementa, ocasionado la descomposición de las plantas y otra materia orgánica que se encuentra en su interior.
“El lago Big Trail es como abrir la puerta de un congelador por primera vez y dar toda la comida del congelador a los microbios para que la descompongan”, indicó la científica, que precisó que estos microorganismos producirán gas metano, el cual, posteriormente, será expulsado a través de filtraciones en el permafrost. Esto se puede apreciar por las burbujas que surgen en la superficie del lago .
En invierno, mientras este gran depósito de agua se va congelando, las burbujas de metano pueden causar que no se llegue a formar hielo, además de generar bolsas de agua que seguirán emitiendo metano. De la misma manera, este hidrocarburo formará cúpulas de hielo en otras zonas de la superficie del lago.
Un método para conocer si hay metano en el agua
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Para determinar si el lago emite metano, Walter Anthony recolectó una muestra con la ayuda de una botella que atrapa el gas cuando burbujea en el agua. Posteriormente, la investigadora encendió un fósforo cerca de la abertura del recipiente y como se generó una llama constató la presencia de metano. Asimismo, recogió otra muestra en una botella más pequeña para que su equipo la analice con el propósito de determinar su edad y composición química.
Por último, la NASA reiteró que solo los lagos de reciente aparición, como el Big Trail, liberan altos niveles de metano. “Entonces, lo que nos preocupa de cara al futuro, cuando pensamos en la retroalimentación del carbono del permafrost, son las áreas que se descongelaron recientemente”, concluyó.
El metano es un gas de efecto invernadero que favorece que el calor se mantenga en la atmósfera terrestre, fomentando el aumento de la temperatura. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU., el metano es 25 veces más potente que el dióxido de carbono a la hora de atrapar el calor.
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