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Funcionarios de EE.UU. y la Unión Europea están discutiendo la restricción de las importaciones del petróleo ruso a los países del bloque, reporta Bloomberg con referencia a varias personas familiarizadas con el asunto.
Entre las opciones que están sobre la mesa se incluyen la prohibición, establecer un precio máximo y la introducción de un mecanismo de pagos que retenga los ingresos de Rusia.
Actualmente, la cuestión principal es cómo infligir el mayor daño económico posible a Moscú. En este contexto, la parte estadounidense se preocupa de que la prohibición total de las importaciones aumente el precio del crudo, resultando en una subida de ingresos rusos.
La decisión final sobre las medidas depende de los estados miembros de la UE, indica el medio.
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Los rumores acerca de un posible embargo petrolero de la Unión Europea contra el crudo ruso circulan ya desde hace varios días. Así, el 10 de abril, Financial Times reportó que los países del bloque “están en desacuerdo” sobre la posibilidad de realizar un bloqueo inmediato.
Confirmando esa hipótesis, este viernes el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que el bloque aún no planea introducir restricciones sobre el suministro de petróleo ruso, ya que varios Estados miembros han amenazado con bloquear tal decisión si se somete a votación.
La UE depende de Rusia para alrededor del 25 % de sus importaciones de crudo, aunque algunos Estados miembros tienen una dependencia mucho mayor.
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