Kwasi Kwarteng y Liz Truss, Birmingham, 2 de octubre de 2022.Julie Edwards / Avalon / Legion-Media
El excanciller de Hacienda británico Kwasi Kwarteng ha dado a entender que, junto con Liz Truss, se dejaron llevar a la hora de elaborar su controvertido plan económico con recortes fiscales que implicaban un enorme endeudamiento por parte del Gobierno británico para subvencionar los costes energéticos de consumidores y empresas.
“La gente se dejó llevar, yo incluido“, confesó Kwarteng en una entrevista a Financial Times. “No hubo ningún tipo de sutileza táctica“, agregó, en referencia a la creación del paquete de recortes fiscales financiado con la deuda que costaba 45.000 millones de libras esterlinas (más de 55.000 millones de dólares, al cambio actual) en un momento en que la inflación en el Reino Unido superaba el 10 %.
Lo que más lamenta el excanciller de Hacienda ahora es que no fueron “tácticamente astutos” y, en cambio, se mostraron “demasiado impacientes” con la ex primera ministra. “Hubo un breve momento y las personas a cargo, yo incluido, lo echamos a perder“, resumió.
Excanciller de Hacienda británico advirtió a Liz Truss que duraría “dos meses” si no iba “más lento” con su plan económico
El plan económico resultó letal para ambos, costándoles sus cargos. Kwarteng anunció su dimisión a mediados de octubre, revelando que asimismo aceptó la voluntad de Truss, quien le pidió “que se haga a un lado” como canciller.
Truss renunció apenas una semana después, tras 44 días en el cargo de primera ministra, convirtiéndose en la que menos tiempo desempeñó esas funciones. Antes del anuncio formal, 17 miembros de su propio partido le habían solicitado su dimisión.
“Todo tenía que hacerse de inmediato”
Por su parte, un ayudante de Truss, entrevistado por Financial Times, describió a la ex primera ministra, conocida por su debilidad ante el ‘espresso’ doble, como “sobrecafeinada” a la hora de tomar decisiones. Un ministro del gabinete compartió evaluaciones similares, al afirmar que la política “estaba en un modo en el que todo tenía que hacerse de inmediato”.
“Temía que iba a explotar. No paraba de decir que solo tenía dos años para hacer las cosas”, comentó, refiriéndose al hecho de que las próximas elecciones generales iban a celebrarse a más tardar en enero de 2025.
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