Evan Edwards y su esposa, Mary Jane, acompañados por su hijo Josh y su hija Joy.Facebook / Evan Edwards
Un sacerdote de Florida, Evan Edwards, y su hijo, Josh, fueron detenidos el 14 de diciembre por cargos de obtener fraudulentamente más de 8 millones de dólares de fondos federales de ayuda por la pandemia de covid-19, informa NBC News.
En abril de 2020 Josh Edwards solicitó un préstamo de 6 millones de dólares del Programa de Protección de Cheques, el plan de ayuda estadounidense por la pandemia de covid. Edwards aseguró que necesitaba el dinero para cubrir las nóminas, el alquiler y los servicios públicos del ministerio de su familia, y afirmó que la organización tenía 486 empleados. Como resultado, se aprobó un préstamo de 8,4 millones de dólares.
Sin embargo, cuando los investigadores federales se presentaron en la oficina del ministerio en Orlando, la puerta estaba cerrada con llave y los vecinos les dijeron que nunca se había visto a nadie dentro del edificio, indica la denuncia federal. Además, la persona que figuraba en la solicitud de préstamo como contable del ministerio era un hombre que sufría demencia y no había trabajado para la organización desde 2017.
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En septiembre de 2020, los agentes intentaron registrar el domicilio de la familia Edwards, pero este había sido “vaciado”, cita NBC la denuncia. La Policía de Florida detuvo el coche de la familia esa misma noche y encontró en el vehículo bolsas de documentos triturados, así como maletas llenas de registros financieros y dispositivos electrónicos metidos en bolsas especiales que bloquean las radiofrecuencias para evitar la vigilancia. La familia fue detenida por un cargo no relacionado, pero fue liberada al día siguiente.
En abril de 2021, después de que el Gobierno denunciara la estafa, un juez federal de Florida ordenó la incautación de los 8,4 millones de dólares que la familia Edwards había recibido. La denuncia, citada por NBC News, afirma que los acusados habían intentado utilizar parte del dinero para comprar una casa cerca de Disney World. Sin embargo, la compra nunca se hizo efectiva, ya que las autoridades se incautaron del dinero.
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