Al menos 150 ejemplares de buitre dorsiblanco africano (‘Gyps africanus’), especie seriamente amenazada de extinción, han sido envenenados y desollados en los últimos días en dos incidentes distintos. Uno de ellos, en el que murieron 100 aves, se registró en el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica), mientras que el segundo ocurrió en el Parque Nacional Chobe (Botsuana).
Según detalló la organización animalista VulPro en redes sociales, los cadáveres encontrados carecían de cabezas, patas y órganos, por lo que se sospecha que curanderos tribales sacrificaron los buitres como parte de sus prácticas rituales de medicina tradicional.
“Las repercusiones de estos envenenamientos son enormes. Es temporada de cría, por lo que sus polluelos no sobrevivirán y las parejas reproductoras se han perdido para siempre”, comentó el organismo. “Las poblaciones de buitres no pueden soportar estas pérdidas y la amenaza de extinción se acerca cada vez más”, advirtió.
De acuerdo a medios locales, otros 20 buitres envenenados fueron rescatados y trasladados a un centro veterinario para recibir atención médica.
Según informaron las autoridades del parque sudafricano, el lugar donde fueron hallados los restos fue acordonado para investigarlo. Del mismo modo, señalaron que los restos han sido incinerados parta evitar que otros animales se envenenen al alimentarse de estos.
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