Un hombre pasa junto a un edificio decorado con carteles de la bandera rusa y de la letra Z en Kronstadt, Rusia, el 22 de marzo de 2022. AFP
Zhang Tengjun, subdirector del Departamento de Estudios Asia-Pacífico del Instituto de Estudios Internacionales de China, cuestiona en un artículo para Global Times la prohibición del uso de la letra Z utilizada como muestra de apoyo al Ejército ruso en el operativo en Ucrania y estima que la rusofobia parece haber alcanzado “niveles de ‘locura'” en los países occidentales.
“Desde la crisis de Ucrania, la cultura, los deportes y las artes relacionados con Rusia se han visto afectados. Por ejemplo, el compositor ruso Chaikovski ha sido prohibido, así como los gatos rusos. Esta vez, el objetivo es la letra Z”, escribe Tengjun.
Enjuiciamiento por el uso de la letra en Europa
En ese sentido, recuerda la prohibición de la letra por la empresa de seguros suiza Zurich Insurancem¡, que anunció que retiraría temporalmente su logo —una Z blanca sobre fondo azul— porque no quiere que se malinterpretase como un apoyo explícito a Moscú en su operación militar en Ucrania.
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Además, recuerda que las autoridades de los estados alemanes de Baviera y Baja Sajonia han prohibido el uso público de la letra, de tal forma que cualquiera que muestre la Z en manifestaciones públicas podría afrontar hasta tres años de cárcel.
El vocero del Ministerio del Interior alemán, Marek Wede, calificó el operativo ruso como “un acto criminal”, por lo que aquellos que muestran la letra Z en señal de apoyo a las acciones del Ejército ruso “pueden ser procesados”. No obstante, puntualizó que no se trata de la prohibición de la letra en sí, aunque “su uso puede en casos individuales constituir un respaldo a la guerra de agresión rusa y, por lo tanto, está prohibido por la sección 140 del código penal”.
Paralelamente, dos diputados han hecho llegar al Parlamento de Lituania la propuesta de equiparar la letra Z y la cinta de San Jorge con símbolos nazis y comunistas.
“Manifestación de la ansiedad” de Occidente
Tengjun sostiene que esta prohibición “encarna la rusofobia” de los países occidentales y es “una manifestación de su ansiedad” hacia Rusia, que —escribe— va en aumento a medida que “el poder, el estatus y la influencia internacional de Occidente están disminuyendo”.
“Estados Unidos y Europa ahora están haciendo todo lo posible para evitar una intervención militar directa. Esto demuestra que están preocupados de que, si lanzan una guerra con Rusia, puedan sufrir un desastre“, asevera.
Ante esta situación, Europa necesita hacer frente a esa creciente ansiedad hacia Rusia, “un vecino del que no se puede alejar”, ya que esto “no le hará ningún bien” a la región, concluye.
En un primer momento, la letra Z apareció marcada en los vehículos militares rusos que participan en el operativo en Ucrania, siendo después adoptada como símbolo de apoyo a esa operación militar.
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