Karina Blanco Durán, una adolescente colombiana de 13 años, habría informado a sus familiares que un individuo la venía siguiendo y envió una fotografía del sujeto. Horas después, encontraron el cuerpo de la estudiante en un río, posiblemente con rastros de abuso sexual, mientras la comunidad de Cáchira (Norte de Santander) ubicó al presunto agresor y lo mató.
El pasado martes, Karina se dirigía al colegio San Francisco de Asís. En el trayecto, la joven notó que un hombre la seguía, le tomó fotografías y se las envío a su familia. Fue a partir de ese momento que la comunidad del corregimiento de la Vega salió en busca de la adolescente.
En el camino identificaron al agresor, lo sacaron de una finca y comenzaron a golpearlo.
Justicia por cuenta propia
La Policía Nacional acudió a Cáchira, detuvo a un extranjero de 55 años y lo trasladó a comisaría. No obstante, los vecinos acudieron a la estación policial y los oficiales intentaron llevarse al sospechoso en un vehículo particular para proteger su vida, pero un camión bloqueó el camino.
Enseguida, “la comunidad agrede a los policías, agrede al sujeto con múltiples heridas, y un familiar, al parecer de la joven, le causa una herida mortal, una herida grave, y posteriormente fallece”, informó el comandante de la Policía del Norte de Santander, Carlos Martínez.
Apuntó que habría “responsabilidades penales” para las personas que “tomaron justicia de propia mano”.
“Rechazamos, primero que nada, el abuso del que fue víctima esta joven, y rechazamos la justicia por mano propia”, agregó el comandante.
El hombre fue identificado como Alexander Carrillo, un migrante venezolano de 55 años de edad, quien trabajaba desde hace semana en una de las fincas por la que caminaba la menor todos los días para ir a estudiar, reporta El Tiempo.