Las células del hígado, o hepatocitos, normalmente se reponen a sí mismas, pero necesitan un entorno saludable y enriquecedor para regenerarse, condiciones que no encuentran en la enfermedad hepática en etapa terminal. Investigadores de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU., demostraron que los mamíferos grandes con hígados enfermos pueden desarrollar un nuevo órgano en sus ganglios linfáticos a partir de sus propios hepatocitos, publicaron en Liver Transplantation, el 18 de agosto.
Un hígado enfermo es demasiado tóxico para que las células se regeneren. “El hígado está frenético por regenerarse […] Los hepatocitos intentan reparar su hígado nativo, pero no pueden y mueren“, dijo en un comunicado, el 24 de agosto, el profesor Eric Lagasse, autor principal del trabajo. Sin embargo, agrega, “si los hepatocitos se ubican en el lugar correcto y existe la necesidad de funciones hepáticas, formarán un hígado ectópico [fuera de su lugar natural] en el ganglio linfático. Se trata de ubicación, ubicación, ubicación”, puntualizó.