Palmer Luckey es el creador de las gafas de realidad virtual Oculus Rift, que atrajeron la atención del fundador de Facebook, y que ahora se ha sumergido en la tecnología militar. Vendió su firma, Oculus VR, en 2014 a la corporación de Mark Zuckerberg y actualmente está desarrollando activamente una ‘start-up’ de defensa. De hecho, su fortuna estimada ya es de alrededor de 1.400 millones de dólares y probablemente crecerá aún más en las próximas semanas.
El empresario, que ahora tiene 29 años, creció en Long Beach, California. No estudió en la escuela y, en vez de ello, fue educado por su madre. Estaba interesado en los videojuegos y los coches que había en el garaje de su padre, que tenía un concesionario de autos.
Ya durante la adolescencia, Luckey decidió combinar sus dos pasiones, coleccionar cascos de realidad virtual —tecnología que vio la luz en los años 60— y la mejora de estos dispositivos con ayuda de nueva programación informática. A los 16 años, en 2010, creó Oculus Rift, atrayendo la atención de Zuckerberg.
Durante varios años, Luckey trabajó en el gigante tecnológico. No obstante, a inicios de 2017, varios meses después de hacer una donación a un grupo que apoyaba a Donad Trump, abandonó la corporación. Pese a especulaciones, ni él ni Zuckerberg nunca han afirmado que fuera despedido por discrepancias políticas con el creador de Facebook, más proclive al Partido Demócrata. Fuera cual fuera el motivo, la salida no lo quebrantó. En el mismo año fundó una nueva compañía, Anduril, especializada en defensa.
Defensa tecnológica
De acuerdo al propio Luckey, su compañía se concentra en armas altamente tecnológicas y las desarrolla por iniciativa propia antes de recibir un pedido de los militares.
“Queremos ser la compañía en la que piense el Departamento de Defensa cuando necesite algo”, explicó el multimillonario este viernes a Forbes.