Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien fue jefe del Bloque Norte de la extinta organización paramilitar “Autodefensas Unidas de Colombia” (AUC), aceptó su responsabilidad en la comisión de 13 crímenes ejecutados por el grupo armado entre los años 2000 y 2005, en los departamentos de Atlántico y Cesar.
De acuerdo a la Fiscalía de Colombia, Jorge 40 admitió los hechos desde la cárcel Picaleña, en Ibagué, departamento de Tolima, donde permanece privado de la libertad desde 2020 y cumple una condena de 40 años de prisión por otros crímenes.
La Fiscalía detalló que Tovar reconoció un delito desplazamiento forzado contra una familia en Codazzi, Cesar; y “12 casos de homicidio en persona protegida, que dejaron, por lo menos, 14 víctimas“, entre ellas un abogado, un menor de edad, un albañil, agricultores y vendedores informales, en hechos registrados en Codazzi, así como en Barraquilla y Galapa, ambas localidades del Atlántico.
#ATENCIÓN | Alias Jorge 40 acepta cargos por 13 eventos de homicidio en persona protegida ocurridos en la Costa Atlántica. Los hechos criminales reconocidos por el exjefe del denominado Bloque Norte de las extintas AUC dejaron cerca de 14 víctimas en Atlántico y Cesar. pic.twitter.com/Rx2omiy1V6
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) August 16, 2022
Durante los hechos, el grupo paramilitar señaló “equivocadamente” a las víctimas de estar en supuestas actividades delictivas y de colaborar con grupos guerrilleros.
La Fiscalía indicó que “con la aceptación de cargos, alias Jorge 40 se somete a sentencia anticipada“, y detalla que la condena que recibirá por estos hechos “será fijada en atención a los parámetros establecidos en la Ley 600 de 2000 (anterior sistema Penal)”.
¿Quién es Jorge 40?
Tovar Pupo, alias Jorge 40, oriundo de Valledupar, comandó el Bloque Norte de las AUC, organización criminal de extrema derecha que operaba en los departamentos nororientales de Cesar, Magdalena, La Guajira, Atlántico y Santander.
El exjefe paramilitar es señalado de cometer miles de delitos, entre asesinatos, masacres y secuestros durante 12 años seguidos en los departamentos mencionados que han sido víctimas de la guerra interna.
En marzo de 2006 decidió entrar al proceso de desmovilización de paramilitares para luego someterse al proceso de Justicia y Paz, en el que confesó la comisión directa de al menos 600 crímenes y de participar en más de otros 3.500 hechos de violencia cumpliendo órdenes de superiores.