Embalse de La Viñuela, en Málaga, España, el 19 de febrero de 2022.Alex Zea / Europa Press / Gettyimages.ru
La llegada del verano, con temperaturas máximas por encima de los 40 grados en algunas localidades, preocupa en España, que se encuentra en una situación hidrológica compleja, con las reservas de agua por debajo de la mitad de su capacidad.
Según los datos ofrecidos esta semana por el Ministerio de Transición Ecológica, los embalses españoles están actualmente al 48,97 % de su capacidad, con 27.849 hectómetros cúbicos acumulados, por debajo de las reservas del año pasado y con un 20% menos que la media de los últimos diez años para la misma semana del año (69,25%), recoge El Independente.
La situación es muy dispar, dependiendo de cada cuenca hidrográfica. Según RTVE, la mayor escasez se registra en la mitad sur de la península, en las cuencas de los ríos Guadalquivir y Guadiana, cuyos embalses se encuentran con menos de un tercio de su volumen.
En España hay 371 embalses, de los que 278 son de uso consuntivo, mientras que el resto se emplean para la producción de energía eléctrica.
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Santiago Barajas, de Ecologistas en Acción augura “problemas de abastecimiento a poblaciones en la mitad sur de España” si viene “un otoño seco”, como ocurrió el año pasado, lo que dejaría a “varios millones de personas con restricciones en el acceso al agua“.
Según el experto, lo más preocupante es que esta situación se da tras una primavera en la que ha llovido más que los últimos años, siendo el pasado mes de marzo el sexto con más precipitaciones desde 1961.
“Escasez estructural socialmente construida”
Julia Martínez, directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), considera que “da igual que llueva más o llueva menos”, ya que “un embalse no cambia solamente porque cambien las aportaciones”. Según explica a RTVE, lo que está ocurriendo en España se debe al aumento de consumo, en el marco de una “escasez estructural socialmente construida”, por el “profundo desequilibrio entre recursos y demanda“.
Por su parte, Barajas señala que uno de los principales problemas es el exceso de consumo, “concretamente el regadío para la agricultura”. En este sentido, subraya la necesidad de “restringir el regadío“, porque “tienen los embalses asfixiados y no podemos asumir como normal que estén 20 puntos por debajo de su capacidad media”.
En España hay cerca de cuatro millones de hectáreas dedicadas al regadío que representan el 70 % de los recursos hídricos del país, según datos del Ministerio de Transición Ecológica.
Martínez destaca que la situación requiere una urgente “transición hídrica” con el objetivo de “recuperar ríos, acuíferos, manantiales y humedales” y de “adaptarnos al cambio climático y garantizar la demanda”, para lo que se hace necesario “reducir parte del regadío existente” en los territorios donde hay más sobreexplotación hídrica.
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