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“Después llega la orden de que vamos a hacer un chat en el programa Signal para que no pudiera ser interceptado, para que no lo leyeran otras personas. En ese momento entiendo que era para que los órganos de control no tuvieran acceso. Después entra esa persona con el seudónimo de ‘Bill Brice’ y empieza a coordinar toda la operación”, recuerda.
El acusado contó que los operadores eran ciertas personas que a través de ‘Bill Brice’ daban las órdenes de cuándo apagar y encender los dispositivos. Así se empezó a formar una jerarquía, que eran los que controlaban.
En el marco de su labor, Alberto debía comprar los celulares, seguir las instrucciones para instalar las aplicaciones de control remoto, así como encender los teléfonos en el momento exacto y dejarlos en lugares públicos, como este centro comercial, para que la señal se mezclara con otros usuarios y no llamara la atención.
“Mi función era prender [encender], apagar, dejar y alejarme. Por eso nunca estaba al tanto. Cuando yo pregunto de qué se trata y para quién es, me dicen que es para colaborar con la libertad de prensa, para la democracia. Que periodistas jóvenes que no tienen voz todavía, que no pueden expresarse para noticias en realidad”, asegura.
Vínculos con la USAID
Cabe destacar que, según los resultados de la investigación, al otro lado de la comunicación estaban los miembros de Digital Humanity, una organización sin fines de lucro, que tiene vínculos con la USAID, institución del Departamento de Estado estadounidense. La USAID, conocida en el mundo por promover intereses de EE.UU. entre los sectores sociales e influir en la opinión pública, cerró sus actividades en Rusia en el 2012, después de que las autoridades del país la acusaran de actividad destructiva que amenaza la seguridad nacional.
Alberto también reveló que no sabía el contenido de los mensajes: solo pudo ver parte de ellos cuando llegaban notificaciones, ya que el sistema no permite interactuar con el celular, por lo que no podía ampliar las notificaciones para ver los detalles.
“Yo veo que llegan muchas notificaciones, trozos de mensajes de texto con discusiones del tipo ‘tus comandantes te engañan’, ‘esto que estás haciendo no es correcto’, ‘ellos están bien y tú estás mal’. Pero en ese momento no le di la suficiente importancia y no lo asocie con la operación que ha comenzado por parte de las Fuerzas Armadas de Rusia”, afirmó.
Posteriormente, los investigadores han descubierto miles de mensajes que buscaban convencer a los ciudadanos de oponerse a la operación militar o sembraban miedo con información falsa.