Karin KneisslSEPA Media / Legion-Media
La diplomática y periodista Karin Kneissl, que ocupó la cartera de Exteriores de Austria entre 2017 y 2019, ha tenido que abandonar el país debido al temor que siente por su vida, según afirmó a The Washington Post, que publicó la información este martes.
El medio cita a la exministra austriaca, que asegura haber recibido “amenazas de muerte” en medio del conflicto en Ucrania, incluso después de dimitir del consejo de administración de la compañía energética rusa Rosneft.
La revelación tiene lugar en medio de voces que aseguran que la influencia rusa “llegó a impregnar” al país europeo. Kneissl dijo a un reportero del medio mediante WhatsApp que ya no daba entrevistas y que había salido de Austria por amenazas de muerte.
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Tras ejercer como ministra de Exteriores, Kneissl recibió una posición en la petrolera rusa en marzo de 2021, convirtiéndose en la primera mujer en la junta directiva de la compañía. También fue colaboradora de RT mediante la elaboración de artículos de opinión sobre las relaciones de Rusia con Occidente y otros temas.
Sin embargo, después de que la UE se uniera a Estados Unidos en la imposición de sanciones contra Moscú por el conflicto de Ucrania, Kneissl se vio obligada a dimitir de la junta de Rosneft. El día antes de que lo hiciera, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se pedían sanciones personales contra los políticos europeos que aún mantenían vínculos con empresas rusas, mencionando en particular a Kneissl y al excanciller alemán Gerhard Schröder, que también formaba parte de la junta de Rosneft, y que también dimitió entonces.
En 2018, The Washington Post informó de la boda de Kneissl, que se convirtió en una noticia internacional, después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, asistiera al evento y bailara con ella ante las cámaras. El medio también acusó al Partido de la Libertad de Austria (FPO, por sus siglas en alemán) de tener “vínculos particularmente cálidos con el Kremlin”, en parte porque envió a varios miembros en un viaje oficial a Crimea en 2017, tres años después de la reunificación de la península con Rusia.
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