La lucha de la UE por alternativas al gas natural ruso podría causar una escasez de energía, con los peores efectos en Asia, advierten expertos
01.06.2022
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Imagen ilustrativa Shutterstock
Desde el inicio del operativo militar de Rusia en Ucrania, la Unión Europea ha intentado reducir su dependencia energética de Moscú, apresurándose a comprar más gas natural licuado (GNL), un producto que no requiere gasoductos porque puede transportarse en buques cisterna. La lucha del bloque comunitario por encontrar alternativas al gas natural ruso está llevando al mundo al borde de una escasez de energía en invierno, y los peores efectos se sentirán probablemente en las economías más pobres de Asia, declararon este lunes expertos a CNN Business.
Si la UE consigue disminuir su consumo de gas ruso en dos tercios para finales de este año, como está previsto, la demanda mundial de GNL superará la oferta en 26 millones de toneladas para finales de 2022, reza un reciente análisis de la consultora Rystad Energy, con sede en Noruega. “Al evitar el gas ruso, Europa ha desestabilizado todo el mercado mundial de GNL, que comenzó el año con un equilibrio precario después de un tumultuoso 2021”, se indica en el informe.
¿Déficit de suministro y precios altos?
Entre febrero y abril, Europa, incluido el Reino Unido, importó 28,2 millones de toneladas de GNL, lo que supone un aumento del 29 % respecto al mismo periodo del año anterior. Francia y España fueron los mayores compradores, de acuerdo con los datos de Independent Commodity Intelligence Services.