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Chile se ha convertido en un país para el establecimiento de grandes organizaciones criminales mexicanas como el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
En entrevista con el diario Las Últimas Noticias, el funcionario afirmó que la llegada del crimen organizado a territorio chileno “implica más violencia, más homicidios”. Según explicó, los delitos que anteriormente eran cometidos de manera individual ahora son “realizados por organizaciones sofisticadas”.
“Hay que tomar en cuenta que en este continente se encuentran tres de las cinco organizaciones más peligrosas del mundo: el Tren de Aragua [megabanda delincuencial venezolana], Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa. Todas estas organizaciones ya tienen influencia o presencia en Chile“, dijo.
Estos grupos delictivos “planifican a gran escala el tráfico de estupefacientes, de inmigrantes, la trata de personas, el contrabando o los delitos de ciberseguridad”, agregó.
Monsalve recordó que Chile inicialmente era un “pasadizo de droga a Europa y Asia”, posteriormente pasó a ser consumidor y ahora es “el lugar para el establecimiento de grandes organizaciones criminales”.
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Al ser consultado si estaba de acuerdo con el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, quien dijo hace un mes que este era “el peor momento para la seguridad que ha vivido el país desde el retorno a la democracia”, Monsalve dijo que “siempre” lo ha sido “porque nunca ha bajado”.
El tema de seguridad ha estado en el tapete en los últimos años en el país suramericano y ha generado polémica en el entrante gobierno de Gabriel Boric, que ha sido cuestionado por el abordaje que ha hecho de los hechos delictivos.
¿Por qué la violencia?
Algunos analistas responsabilizan del incremento de la violencia a la situación del país después del estallido social y de la pandemia debido a que se ha incrementado la pobreza y la desigualdad, en medio de reclamos en las áreas de educación, salud, pensiones, vivienda y servicios.
Otras voces atribuyen el aumento de la inseguridad a la “importación” de prácticas criminales por parte de las organizaciones delictivas, mientras que otros analistas consideran que esa afirmación apunta hacia la estigmatización de los migrantes.
“Aquí hay un fenómeno de seguridad que se ha acentuado durante los años, pero los análisis deben ser multicausales y no pueden ser simplistas culpando a los extranjeros de este problema”, dijo Ricardo Montero, miembro de la Convención Constituyente a El Tiempo.
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