Miguel Schincariol / AFP
El líder obrero y candidato del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inácio Lula da Silva salió victorioso en la primera vuelta de las presidenciales en Brasil, pero no consiguió la mayoría suficiente para impedir el balotaje. Menos de dos puntos porcentuales le faltaron para evitar la cita del próximo 30 de octubre.
En dos platos: Lula ganó, pero el populismo de derecha sigue vivo. Y es que, a la luz de los resultados del domingo, el bolsonarismo se alzó con un caudal de votos superior al predicho por las encuestas y el ambiente general en Brasil sigue siendo de una extrema polarización.
Así, mientras Lula prometió que luchará “hasta la victoria final”, un Bolsonaro, visiblemente incómodo, se reconoció “preocupado”, pero no desconoció el resultado, tal como había amenazado en varias oportunidades.
En dos platos: Lula ganó, pero el populismo de derecha sigue vivo. Y es que, a la luz de los resultados del domingo, el bolsonarismo se alzó con un caudal de votos superior al predicho por las encuestas.
Por el contrario, el ultraderechista tuvo que relanzar la apuesta hacia la segunda vuelta, en la que tiene que conseguir más de 6 millones de votos para equiparar el resultado que sacó Lula. Su estrategia, de momento, ha sido enviar mensajes a los votantes de las fórmulas que quedaron en tercer y cuarto puesto en la contienda.
Matemáticamente, comparando resultados del histórico y las tendencias de las presidenciales en Brasil, todos los escenarios favorecen a Lula para la segunda vuelta.
La abstención en este evento se ha mantenido estable en relación al 2018, por lo que no se prevé que haya alguna movilización adicional que pueda alterar la tendencia general mostrada el pasado domingo.
Por otra parte, los candidatos que obtuvieron el tercer y cuarto puesto de la contienda lograron su objetivo de forzar una segunda vuelta y buscar un poder de negociación, de cara al próximo gobierno. Se trata de la abogada Simone Tebet –que rozó los cinco millones (4%) para el Movimiento Democrático Brasileño (MDB)–, y Ciro Gomes, que consiguió tres millones y medio (3%) para el Partido Democrático Laborista (PDT).
El candidato presidencial Luiz Inácio Lula Da Silva en un mitin en Sao Paulo. 01 de octubre de 2022Ettore Chiereguini/AGIF/Sipa USA / Legion-Media
A sus votantes –moderados, liberales y centristas– les resulta muy irracional la posición radical de Bolsonaro, por lo que, ante la propuesta de Lula, podrían actuar de dos maneras: trasvasar el respaldo de manera natural o inhibir el apoyo al ultraderechista.
De cualquier forma, previsiblemente la campaña de la izquierda continuará apuntando más a una línea “anti-Bolsonaro”, que al proselitismo “pro-Lula”. Al final, el “todos contra Bolsonaro“ funcionó lo suficiente como para superar el 48% de la votación final.
A pesar del relativo buen resultado del presidente y la necesidad de una segunda vuelta, es muy difícil que este pueda revertir el escenario del triunfo de Lula. Pero a su vez, el desenlace estará mucho más reñido de lo esperado y eso tiene una significación en plazos un poco más largos, tanto para el virtual gobierno del izquierdista como para los escenarios electorales que vendrán, donde una derecha radical estará esperando su turno.
Renacimiento de Lula
Después de ser vejado, judicializado y encarcelado, de cierta forma hasta humillado, el histórico líder obrero y dos veces presidente confirma que no ha salido de los corazones del pueblo brasileño, y que las mayorías no creyeron el discurso criminalizante de las esferas mediáticas y políticas.
Lula volvió ganando con una ventaja nada desdeñable. Y eso que el destino político no le puso un fácil competidor para imponer su liderazgo sobre el pueblo brasileño. Bolsonaro demostró en esta primera vuelta que es un coloso político y que su propuesta ha tenido acogida en una parte del mundo popular brasileño.
Bolsonaro demostró en esta primera vuelta que es un coloso político y que su propuesta ha tenido acogida en una parte del mundo popular brasileño.
Sin embargo, el gurú del izquierdismo latinoamericano pudo vencer y se coloca a escasos pasos de lograr una victoria definitiva. Es, a pocos días de cumplir 77 años, un regreso triunfal a la política.
¿Caída de Bolsonaro?
Un Bolsonaro descompuesto tuvo que bajar el acostumbrado tono belicoso y salir a maniobrar discursivamente después del resultado, con miras a perfilarse para la segunda vuelta: “Me preocupa que Brasil pierda su libertad, que Brasil ande con la izquierda”, asestó.
A un hombre como él, habituado a los discursos radicales, paranoicos y catastrofistas, le cuesta reconocer el sacudón sufrido. Pero desde ya se muestra más dócil porque no tiene otro territorio electoral que el de los votos atemperados de Tebet y Gomes, a quienes ya ha lanzado guiño.
El presidente Jair Bolsonaro habla con sus partidarios durante un mitin político. 7 de septiembre de 2022Ricardo Funari / BrazilPhotos / Legion-Media
Sin duda, ahora le costará más patear la mesa institucional y hacer un desconocimiento general de los resultados –al mejor estilo de Donald Trump– para tratar de presionar a sectores de las Fuerzas Armadas. Este escenario, que no deja de estar latente, parece aún más cuesta arriba porque la institucionalidad que quiere subvertir el presidente luce ahora mucho más sólida y legitimada, una vez que él reconoció su derrota y no pudo impugnarla.
Aunque, si a la tendencia vamos, el populismo de derecha, radical y antipolítico que representa Bolsonaro logró confirmar su poder sobre parte importante del pueblo brasileño, y tratará de volver por cualquier vía. Es un cúmulo duro y extenso de electores que seguirá teniendo presencia en la historia electoral brasileña.
La decisiva campaña de apoyos que se avecina en Brasil para llevar a Lula o Bolsonaro al poder
Pero, por lo pronto, a Bolsonaro casi no le quedan posibilidades en 2022 para permanecer en la silla presidencial. La campaña y su proyección se encuentran en entredicho, al menos de cara al próximo 30 de octubre.
Para sobrevivir a futuro, el líder ultraderechista tendrá que hacer política con el feudo electoral que se posiciona tras el resultado legislativo. En el Senado, el bolsonarismo consiguió la mayor cantidad de curules en disputa y se perfila como tremenda fuerza parlamentaria. También consiguió buenos resultados en la elección de gobernadores.
Aunque todavía debe concentrarse en aumentar el caudal de votos conseguidos en la primera vuelta, es indiscutible que las semanas que quedan serán de lucha agónica para Bolsonaro. Y también para Lula.
Ociel Alí López es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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