Austin Lee Edwards, Brooke Winek, Sharie Winek y Mark Winek.Riverside Police Department
Un expolicía de Virginia, EE.UU., murió durante un intercambio de disparos con oficiales de Riverside, California, mientras conducía su auto con una adolescente a la que habría engañado al establecer un vínculo a través de Internet. Austin Lee Edwards, de 28 años, era buscado por asesinar a la familia de la joven e incendiar su vivienda.
De acuerdo con el reporte de la Policía de Riverside, la investigación comenzó en la mañana del 25 de noviembre, cuando oficiales fueron enviados a chequear el estado de una joven que parecía angustiada al subir a un auto con un hombre. Instantes después, fue recibido el aviso de un fuego en una vivienda ubicada a metros de donde se originó la primera llamada.
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Los bomberos de la zona fueron los primeros en llegar y tras controlar las llamas hallaron los cuerpos sin vida de tres personas, que fueron identificadas como Mark Winek, de 69 años; su esposa Sharie Winek, de 65; y su hija Brooke Winek, de 38. “Sus cuerpos fueron sacados y se determinó que fueron víctimas de un aparente homicidio”, señaló la Policía.
Durante la investigación preliminar, las autoridades lograron determinar que la adolescente que se había ido en el auto era familiar de las víctimas y también establecieron que el hombre que la acompañaba era Edwards, un expolicía oriundo de North Chesterfield, Virginia.
Fue entonces que los agentes comenzaron a rastrear el vehículo y varias horas después fue detectado en el condado de San Bernardino. Al interceptarlo se produjo un intercambio de disparos que terminó con la muerte de Edwards. Por su parte, la adolescente quedó bajo custodia del Servicio Social.
Un engaño por Internet
Las primeras averiguaciones establecieron que el vínculo entre Edwards y la adolescente se habría forjado a través de ‘catfishing’, ya que el hombre se habría hecho pasar por otra persona en Internet para conseguir información sobre ella.
Una vez establecida la relación, Edwards viajó desde Virginia hasta Riverside, estacionó su auto a pocos metros de la vivienda familiar, en la que asesinó a los abuelos y la madre de la adolescente, con la que después regresó a su auto.
“Este es otro horrible recordatorio de los depredadores existentes en línea que se aprovechan de nuestros hijos. Si ya han tenido una conversación con sus hijos sobre cómo estar seguro en línea y en las redes sociales, háganlo de nuevo. Si no, comiencen ahora para protegerlos mejor”, reflexionó el jefe policial de Riverside, Larry González.
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