Durante un servicio religioso celebrado el 16 de septiembre en Cardiff, Gales, el rey Carlos III usó su propia pluma para firmar, en esta ocasión sin contratiempos, el libro de visitas de la catedral de Llandaff.
Días antes, el rey fue captado por las cámaras expresando su exasperación cuando su pluma fuente comenzó a gotear tinta en el castillo de Hillsborough, de Irlanda del Norte. Su gesto de molestia y su famosa frase: “¡Oh, Dios, odio esto! No puedo soportar esta maldita cosa“, no tardaron en viralizarse en las redes.
Este viernes el monarca tomó la decisión de evitarse otro contratiempo con las plumas y llevó la suya para firmar con facilidad el libro de visitas de la catedral en Llandaff. Sacó un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta, dejó su rúbrica y se lo entregó a su esposa para que también firmara.
El Rey Carlos III y la Reina Camila firman el Libro de Visitas de la Catedral de Llandaff, y parece que esta vez, no hay polémica con la pluma. pic.twitter.com/zHTyhOdaSF
— Diana Rubio (@driecel) September 16, 2022
El monarca visitó el viernes Gales, acompañado por su consorte Camila, como parte de su recorrido por el Reino Unido para asistir a las ceremonias de conmemoración de su difunta madre, la reina Isabel II.
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