El periodista hondureño Ricardo Ávila, de 25 años, falleció el domingo en una hospital tras recibir la semana pasada un disparo de bala en la cabeza en Choluteca, en el sur de Honduras.
El redactor y cámara del canal de televisión Metro TV fue interceptado por unos desconocidos el pasado 26 de mayo cuando se trasladaba desde su casa al trabajo.
“Ávila muere a causa de atentado criminal, que ha sido manejado públicamente por la Policía Nacional como un supuesto intento de robo, pero existen otros hechos relacionados, que se deben investigar”, detalló en un comunicado el Comité por la Libertad de Expresión (C-Libre).
Un gran amigo que trabajaba como comunicador social y camarógrafo fue asesinado por robarle su motocicleta en Choluteca, es imparable la ola de violencia que vive el país. Exijo que se dé con el paradero de los asesinos de Ricardo Ávila. pic.twitter.com/9Z7Kg09cmB
— 𝐄𝐥𝐚𝐦 (@elamm26_) May 29, 2022
C-Libre hizo hincapié en analizar “la cobertura que realizaba de hechos policiales, así como el hecho de que días antes cambiara de número de celular, por suponer que su teléfono estaba intervenido“.
El comité pidió que el Ministerio Público cuente “con un protocolo de investigación de muertes violentas de periodistas y comunicadores sociales”.
En su opinión, en la mayoría de investigaciones se utilizan como principal línea “hechos pasionales o de violencia común, contrario a lo que recomiendan los estándares internacionales”.
Según C-Libre, Ávila es el cuarto periodista asesinado en 2022 y el número 96 desde 2001 en Honduras.
“Este incremento en los ataques y asesinatos contra periodistas y comunicadores sociales, sumada la impunidad en que operan quienes cometen estos delitos, mantiene a Honduras, situada por los organismos internacionales de derechos humanos, entre los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo“, destaca.
- Delincuencia
- Honduras
- Medios de comunicación