En México existe una ‘tercera vía’, el denominado ‘partido naranja’: Movimiento Ciudadano. Se trata de una fuerza política de rápido crecimiento que hoy gobierna dos estados de gran relevancia económica y política (Nuevo León y Jalisco).
Su coordinador nacional, Dante Delgado, lo presenta como un partido de corte “progresista” que se adhiere a los “principios de la socialdemocracia“.
Según se lee en sus documentos básicos, está “a favor de los derechos humanos, la igualdad, la libertad, la justicia social, el respeto de la diversidad y los valores democráticos”.
Igual que ‘Va por México’, el partido naranja asegura que su agenda no está sometida a los “intereses de partido” ni de “poderosos grupos económicos”, sino que “responde a las demandas de los ciudadanos”.
El antiguo régimen de partidos (en referencia al PRI, PAN y PRD), sostiene Dante Delgado, está “agotado”. Pero el partido naranja tampoco está del lado del proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su plataforma de 2021, cuando se llevaron a cabo elecciones para renovar la Cámara de Diputados, Movimiento Ciudadano no tuvo empacho en criticar de lleno la gestión del Gobierno.
En @MovCiudadanoMX nos hemos propuesto ser una oposición responsable, una que defienda a México de quienes, con poco talante y poco talento, pretenden gobernar anclados a las prácticas del pasado. pic.twitter.com/Iv88n5hjTM
— Dante Delgado (@DanteDelgado) August 24, 2022
Sostiene que se trata de un Gobierno que, en muchos sentidos, terminó reproduciendo “viejas prácticas” de Administraciones anteriores y, por lo tanto, hasta el momento ha “fracasado” en su intento de llevar a cabo un “cambio verdadero”.
Movimiento Ciudadano se muestra ante la opinión pública como “un partido moderno, abierto a la participación de la sociedad, con visión de futuro, promotor de una nueva generación política”.
En su agenda destacan varias propuestas que han sido bandera de lucha lo mismo de colectivos feministas, organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales en defensa del medio ambiente.
En el Congreso de la Unión, los legisladores de este partido han promovido el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo y la despenalización del consumo de la marihuana.
Que atrás quede la criminalización, el futuro es de derechos y libertades. Por un país en donde ningún consumidor sea perseguido, en la #BancadaNaranja#AndamosBienPuestxs para regular. pic.twitter.com/QQ7bdI4cJC
— Dante Delgado (@DanteDelgado) August 23, 2022
En la actualidad, Movimiento Ciudadano se encuentra trabajando de lleno en lo que será su plataforma electoral de cara a los comicios de 2024.
El partido tiene previsto presentar su propuesta en 2023. Un plan que, aseguran sus dirigentes, se está enriqueciendo con la participación de todos los sectores de la sociedad. El nombre de esta propuesta será “Evolución Mexicana”.
Pero dados sus números, esto es, su poder territorial y su preferencia entre la población, todo apunta a que, cualquiera que sea el proyecto de Nación impulsado por Movimiento Ciudadano, será imposible hacerlo realidad sin el respaldo de otros partidos.
Aliarse con la oposición sería como “subirse al Titanic”
Fiel a su estilo, y haciendo gala de su gran cálculo político, Dante Delgado no descarta que su partido establezca alianzas de cara a la sucesión presidencial de 2024.
Una cosa es que el partido naranja hasta el momento haya rechazado sumarse a ‘Va por México’, alianza integrada por el PRI, el PAN y el PRD, y otra muy diferente es que estos tres partidos políticos decidan sumarse a una plataforma electoral con Movimiento Ciudadano a la cabeza.
No es lo mismo. Delgado no ve con malos ojos esta segunda opción, así lo declaró en junio del año pasado tras las elecciones intermedias. Hasta la fecha, sin embargo, la construcción de una mega coalición de cuatro partidos políticos es una idea somera.
A la coalición Va por México le urge fortalecerse, por eso insisten en incorporar a Movimiento Ciudadano. Y es que, esta alianza ha sido incapaz de vencer en las urnas al proyecto político de López Obrador.
En 2021 no lograron convertirse en mayoría en la Cámara de Diputados, mientras que en junio pasado perdieron cuatro de las seis gubernaturas en disputa.
A la coalición Va por México le urge fortalecerse, por eso insisten en incorporar a Movimiento Ciudadano. Y es que, esta alianza ha sido incapaz de vencer en las urnas al proyecto político de López Obrador.
Según sus cálculos, si incorporan a Movimiento Ciudadano a sus filas estarían en condiciones de derrotar a la denominada ‘Cuarta Transformación’.
Pero no han logrado convencer. De hecho, la persistente negativa de Delgado de adherirse a un frente electoral ha llevado a los liderazgos de Va por México a escalar el tono de las presiones.
Estas presiones han venido sobre todo de Claudio X. González Guajardo, magnate, filántropo, hijo de uno de los hombres de negocios más poderosos de México, Claudio X. González Laporte, y principal articulador de la alianza tripartita.
En mayo de este año González Guajardo señaló que, si Movimiento Ciudadano no se sumaba a la alianza, entonces “pagaría las consecuencias”. La respuesta no se hizo esperar. Dante Delgado aseveró que Va por México era una plataforma electoral “destinada al fracaso“.
En sus palabras, esa alianza aglutina a las organizaciones políticas que son las “principales responsables” de haber provocado varios de los “graves problemas” que hoy padece la nación. “Son partidos que ya le fallaron a México”, asegura.
Ni los que ya le fallaron a México ni los que les echan la culpa a los anteriores mientras repiten los mismos errores. México sí tiene una verdadera opción de futuro y es Movimiento Ciudadano. 🙌🧡 pic.twitter.com/79kIHQa91P
— Movimiento Ciudadano | Movimiento Naranja (@MovCiudadanoMX) August 19, 2022
En términos electorales, integrarse a una alianza de este tipo, puntualiza, sería como “subirse al Titanic”. “Hay alianzas que no suman, sino restan“, explica cuando se le cuestiona sobre su persistente negativa.
Para varios analistas políticos, sin embargo, el planteamiento de Delgado de establecer una alianza con los partidos de Va por México, siempre y cuando Movimiento Ciudadano sea la voz cantante, está fuera de lugar.
Sostienen que al partido naranja no le alcanzan los números para ir a la cabeza de tres partidos que, si bien es cierto hoy están muy desacreditados, poseen un capital político mucho mayor que el de Movimiento Ciudadano.
En definitiva, una mega alianza de cuatro partidos políticos actualmente es una idea remota. En este contexto, surge la posibilidad de que, en realidad, Dante Delgado tenga un ‘as bajo la manga’ de cara a la sucesión presidencial de 2024.
¿Habrá reconciliación con el lopezobradorismo?
Hoy pocos recuerdan que hace no mucho tiempo Dante Delgado era un aliado de López Obrador.
Movimiento Ciudadano, antes llamado partido Convergencia, respaldó las candidaturas presidenciales del actual mandatario tanto en 2006 como en 2012, y hasta llegó a formar parte de un frente legislativo.
El distanciamiento vino a partir de 2012, cuando López Obrador no logró derrotar a Enrique Peña Nieto en las urnas, cuya candidatura contó con el apoyo desproporcionado de los consorcios mediáticos.
Héctor Alejandro Quintanar, militante de Morena, y autor del libro ‘Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional’ (ed. Itaca, enero 2017), comenta en entrevista con RT que, tras ser derrotado López Obrador en 2012, Delgado llegó a la conclusión de que el político tabasqueño “ya no estaría en condiciones de ser competitivo en 2018”.
De tal suerte que, explica Quintanar, Delgado “se dedicó al ciento por ciento a fortalecer a Movimiento Ciudadano, ya sin una alianza con Morena”, que recién había logrado su registro como partido político.
Sin embargo, el exgobernador de Veracruz “se equivocó en su pronóstico“, asevera el militante de Morena, ya que conforme avanzaba el sexenio de Peña Nieto, López Obrador aumentaba su nivel de popularidad.
Entonces, Delgado intentó reorientar el rumbo. En las elecciones de 2015, cuando se renovó la Cámara de Diputados, Movimiento Ciudadano buscó tender puentes con López Obrador de forma indirecta.