Pronostican que el petróleo ruso fluirá a Oriente y que Occidente recibirá combustible refinado en esa región
El bloque comunitario trata de reducir su dependencia de la energía rusa y para ello recurre al gas estadounidense, pero el precio que pagan los europeos por este es casi cuatro veces más alto que los que pagan los consumidores en EE.UU. Asimismo, es probable que se produzca un aumento en los pedidos de equipos militares de fabricación estadounidense después de que los ejércitos europeos hayan visto mermados sus arsenales tras sus masivos envíos de armas a Ucrania, señala el periódico digital.
Por todas estas razones, ministros y diplomáticos de los países de la UE se sienten frustrados y expresaron su desaprobación ante la Administración Biden, la cual simplemente ignora el impacto que tienen sus políticas económicas en sus aliados europeos.
Así, recoge el medio, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, pidió a Washington responder a las preocupaciones europeas al denunciar el “impacto económico” que causan en los Estados comunitarios las decisiones que toman al otro lado del Atlántico. Asimismo, el ministro de economía de Alemania, Robert Habeck, pidió más “solidaridad” por parte de EE.UU. y que reduzca los costos de la energía, pero todo fue en vano.
Así, cuando los líderes europeos plantearon ante Biden el tema de los altos precios de la gasolina en la cumbre del G20 en Bali a semana pasada, el presidente estadounidense simplemente parecía no estar al tanto del problema, según el alto funcionario citado anteriormente.
Cambio de juego
En opinión de un diplomático que habló bajo condición de anonimato, es la ley estadounidense de Reducción de la Inflación la que lo “cambia todo”. Para Biden, se trata de un logro climático histórico, mientras que en la UE se la ve de otra manera, como un conjunto de “subsidios discriminatorios que distorsionarán la competencia”, según aseveró otro diplomático francés.
“La Ley de Reducción de la Inflación es muy preocupante”, valoró la ministra de Comercio neerlandesa, Liesje Schreinemacher. “El impacto potencial en la economía europea es muy grande”, criticó.
“EE.UU. está siguiendo una agenda interna que, lamentablemente, es proteccionista y discrimina a los aliados de EE.UU.”, denunció por su parte el eurodiputado croata Tonino Picula.
Uno de los consultados señaló que tras la concesión de subsidios a las industrias ‘verdes’ por valor total de 369.000 millones de dólares, es legítimo plantear la cuestión de si el país norteamericano sigue siendo un aliado de la UE o no.
“EE.UU. no ve un aliado en la UE”
“Si la economía europea no va bien, es beneficioso para EE.UU.”, país que “ve en la Unión Europea un rival económico”, afirmó a RT el subdirector y responsable del área de Geopolítica y Antimperialismo de la revista española La Comuna, Pablo García Varela.
“No ve un aliado, no ve unos amigos” a los que vaya a ayudar “mientras están pasando mal y hay que frenar a Rusia”, continuó Varela. “A través de aumentar el coste de la energía y hacer que sus industrias [rivales europeas] sean menos competitivas, EE.UU. puede posicionarse mejor en el comercio internacional”, concluyó.
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