El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este lunes durante una reunión de la junta de la Fiscalía General que en los últimos años el país está enfrentándose a sanciones sin precedentes que solo se han recrudecido tras el inicio de la operación militar en Ucrania. En este sentido, reiteró el compromiso del Estado de ayudar lo máximo posible a las empresas, incluidas las extranjeras que continúan con sus actividades en Rusia.
“Tanto los empresarios nacionales como las compañías extranjeras que, a pesar de todo, siguen cumpliendo sus obligaciones de buena fe, deberían poder trabajar tranquilamente. Tenemos que proteger a las empresas del control excesivo, injustificado, innecesario“, recalcó el mandatario.
Putin instó a respetar todos los derechos de los empresarios, al subrayar que son la libertad comercial y los mecanismos de actividades empresariales flexibles que actualmente proporcionan “la saturación del mercado, suavizan la escasez y los tirones al alza de los precios”.
En esta misma línea, expresó la esperanza de que la economía rusa pueda funcionar de forma “estable y sin problemas” bajo la nueva realidad. Para asegurarlo, el Gobierno ruso ya presta ayuda a los sectores clave de la producción. Así, se estipula la posibilidad de otorgar créditos blandos a las empresas principales de la industria, el comercio, el sector agrícola, la refinación de petróleo y la construcción, entre otras medidas.
Muchas firmas extranjeras decidieron suspender sus actividades y congelar las inversiones en Rusia tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania y la ola de sanciones impuestas por los países occidentales. En algunos casos se confiscaron activos y cuentas de las compañías y empresarios rusos. “A diferencia de los países occidentales, respetaremos los derechos de propiedad“, acentuó Putin a principios de marzo, aseverando que Moscú no tiene planes para nacionalizar activos extranjeros.
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