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Un hombre persigue e intenta agredir a un afroamericano sin saber que es luchador de artes marciales mixtas

Un hombre persigue e intenta agredir a un afroamericano sin saber que es luchador de artes marciales mixtas

Pinellas County Sheriff’s Office

Un hombre de Florida (EE.UU.) ha sido declarado culpable este jueves de cometer un crimen de odio “por motivos raciales” por haber intentado agredir a un ciudadano afroamericano, quien, para su sorpresa, resultó ser luchador de artes marciales mixtas.  

El 8 de agosto del 2021, Jordan Patrick Leahy, de 29 años, circulaba por una carretera con su vehículo cuando vio a su víctima, identificada como JT, viajando por la misma vía con su familia. El agresor comenzó a amenazar a JT, a proferir insultos raciales e intentó obligarlo a desviarse de la carretera. Tras una persecución, Leahy hizo colisionar su auto contra el vehículo de la víctima y se dio a la fuga.

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Sin embargo, un poco más tarde ambos volvieron a coincidir en un semáforo en rojo. En ese momento Leahy “salió de su auto, arremetió contra JT e intentó agredirlo, nuevamente gritando insultos raciales”, recoge el comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU. Probablemente el agresor no se hubiera atrevido a atacar a JT si hubiera sabido con antelación que es practicante de artes marciales mixtas, motivo por el que a la víctima no le costó demasiado esfuerzo practicarle una llave de estrangulamiento y sujetarlo hasta que llegó la Policía, recoge NBC News. 

“En todo Estados Unidos, las familias deben poder transitar libremente por nuestras calles públicas sin temor a ser atacadas por motivos de raza”, señaló la fiscal general auxiliar Kristen Clarke, mientras que el fiscal federal Roger Handberg agregó que “nadie debe ser atacado, amenazado, intimidado o agredido por su raza”. “El acusado en este caso actuó de acuerdo con sus creencias intolerantes y puso en riesgo la seguridad de toda una familia y de otras personas”, dijo.

Por sus actos, Leahy enfrenta una sentencia máxima de 10 años de prisión, tres años de libertad supervisada y una multa de hasta 250.000 dólares. 

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