Los chorros relativistas que las estrellas ricas en hidrógeno expulsan cuando colapsan estarían detrás del fenómeno conocido como evento transitorio óptico azul rápido, según un artículo publicado recientemente en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Este fenómeno óptico, de los más brillantes del universo, fue registrado por primera vez en 2018 en el brazo espiral de una galaxia lejana y designado como AT2018cow. Las investigaciones llevadas a cabo desde entonces asociaron ese primer caso observado con el nacimiento de una estrella de neutrones o un agujero negro ‘bebé’.
Los autores del nuevo estudio se refieren al objeto resultante del colapso como “motor central”, sin definir a qué clase de objeto celeste pertenece. Sin embargo, un modelado científico que realizaron en una supercomputadora les proporcionó algunos datos básicos sobre la fuente de luz que perciben los telescopios en la Tierra y asociada directamente con los eventos transitorios ópticos azules rápidos (FBOT, por sus siglas en inglés).
Según los científicos, cuando una estrella masiva colapsa, puede lanzar flujos de escombros a velocidades cercanas a la de la luz. Estos flujos de salida, también llamados chorros relativistas, chocan contra las capas colapsadas de la estrella muerta y gran parte del material expulsado forma una envoltura alrededor del chorro.