Imagen ilustrativa.Alexei Danichev / Sputnik
La Asociación de Empresas Turísticas de Rusia (ATOR, según sus siglas en ruso) reveló este martes que Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Dinamarca, Bélgica y Países Bajos ya no aceptan documentos para emitir visados de turismo para ciudadanos rusos.
Los países que siguen tramitando los papeles necesarios son Italia, España, Grecia, Francia, Hungría, Chipre (visado nacional, no del espacio Schengen).
Este lunes entró en vigor la decisión del Consejo de la Unión Europea de suspender por completo el acuerdo que mantenía con Rusia sobre el régimen simplificado de visados. Ahora los ciudadanos rusos que soliciten un visado deberán pagar una tarifa de 80 euros (40 euros para niños de 6-12 años), en lugar de los 35 anteriores, además de esperar al menos 15 días para obtener el documento, un plazo que puede extenderse hasta 45 días, entre otros trámites.
“Ser turista en la UE no es un derecho fundamental”: entra en vigor la tramitación de visas más estricta para rusos
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la UE, Vladímir Chizhov, afirmó el martes en declaraciones a la cadena Rossiya-24 que Moscú no tiene planeado aplicar medidas similares.
“No vamos a responder de forma recíproca. Seguiremos siendo un país comprometido con la democracia, la libertad de circulación, seguiremos siendo un país abierto para quienes quieran venir y ver cómo realmente viven los rusos y qué ocurre en Rusia. No vamos a dar una respuesta recíproca”, enfatizó el alto diplomático, citado por TASS.
El pasado 9 de septiembre, la Comisión Europea lanzó directrices sobre la tramitación de visados para los rusos a la vista de las nuevas circunstancias. En particular, la rama ejecutiva de Bruselas señaló que los Estados miembros “deben abstenerse de expedir visados para entradas múltiples de larga duración”, al tiempo que deben denegar las visas de corta duración o anular las ya emitidas si consideran que los titulares de documentos en cuestión representan una “amenaza para la seguridad“.
- Derechos humanos
- Europa
- Polémica
- Rusia
- Sociedad
- Turismo
- UE
