El Gobierno de Argentina presentó este jueves ante el Congreso el Presupuesto 2023, que incluye una serie de estimaciones económicas para el próximo año, último período del mandato de Alberto Fernández que tendrá elecciones generales en octubre.
Se trata de una ley anual clave para una buena gestión de los recursos del Estado, ya que, por medio de esta, se planifican los ingresos que recibirá el Gobierno y cómo se aplicarán para satisfacer las necesidades de la población en rubros como la seguridad social, educación, salud, seguridad y justicia, entre otros. Por ello, se busca siempre el consenso de todas las fuerzas políticas en el Congreso.
En el proyecto de ley, se establecen, además, consideraciones de tipo económico en factores clave como la inflación, el déficit fiscal, el valor del dólar, las cifras de crecimiento, entre otras.
Cumpliendo con lo que prevé nuestro marco normativo enviamos el Presupuesto Nacional 2023 al Congreso para su tratamiento. pic.twitter.com/Kw1nsYicza
— Sergio Massa (@SergioMassa) September 16, 2022
El documento, presentado por la Casa Rosada, contempla un gasto general de casi 29 billones de pesos (unos 200.000 millones de dólares), un crecimiento del PIB de 2 %, una inflación estimada en el 60 %, y un descenso del déficit fiscal del 2,5 al 1,9 %.
En el texto, la inflación pronosticada es del 60 % para 2023, lo que supone una notable mejora de este indicador, aunque, a juzgar por los resultados conseguidos hasta ahora, el cálculo parece bastante ambicioso. En agosto, la marca interanual fue de 78,5 %, la más alta de los últimos 31 años, y los analistas privados esperan que al cierre de 2022 alcance el 100 %. El año pasado, el Gobierno estimó un índice de inflación de 35 %, muy inferior al 56,4 % que acumula el país en los primeros 8 meses del año.
En cuanto al déficit fiscal, se respetó el valor predeterminado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del 1,9 %, rebajado en 0,6 puntos porcentuales respecto al presupuesto de este año (2,5 %).