Imagen ilustrativa Vyacheslav Lopatin / AP
Un corte abrupto de los suministros de gas ruso a Alemania podría suponer un “choque” de tal envergadura para el país, que “desencadenaría una forma de ley marcial para la energía”, escribe Bloomberg.
En su artículo para el medio estadounidense, los periodistas Vanessa Dezem y William Wilkes sostienen que “la vulnerabilidad” energética de Alemania —que en 2021 recibió el 55 % de sus importaciones de gas desde Rusia— “está clara” a la vista de su dependencia del gas natural ruso.
Reuters: Alemania considera un plan de emergencia por si se produce un corte repentino del suministro del gas ruso
En el caso de que se interrumpiera el suministro de gas ruso, “los economistas pronostican daños de 220.000 millones de euros (230.000 millones de dólares), más que suficientes para inclinar al país hacia la recesión “, subrayan los autores.
“Golpeará la industria gravemente”
Según Dezem y Wilkes, este tipo de desenlace afectaría a los 80 millones de ciudadanos alemanes y a los negocios del país, “desde panaderos hasta los productores químicos”. La industria automotriz alemana también podría verse obligada a adaptarse a los cambios drásticos. Privadas de una gran parte de gas, las fábricas de automóviles tendrían que recurrir al propano y al butano para generar vapor y calor para los talleres de pintura.
“Un embargo de gas golpeará la industria alemana gravemente y, ciertamente, tendrá un impacto enorme en cuanto al cierre de las instalaciones, al empleo. Y, sin duda, [tendrá] un impacto sobre nuestra economía”, dijo Roland Busch, miembro de la junta de la empresa alemana Siemens AG.
También es posible que las empresas de servicios públicos tengan que optar por el lignito, un tipo de carbón mineral “más sucio”, para generar la electricidad, hecho que contribuiría a la contaminación del aire en el país, señalan los autores.
Hacia el racionamiento
Mientras, fuentes consultadas por el medio señalan que el país europeo actualmente monitorea señales para proceder al control estatal sobre la distribución de gas en Alemania, uno de los pasos del plan que Berlín elaboró para lidiar con una posible emergencia energética.
En particular, este lunes el regulador alemán BNetzA recopilará los resultados del asesoramiento de más de 2.500 empresas para evaluar sus patrones de consumo y opciones energéticas, uno de “los componentes básicos hacia el potencial racionamiento” de energía.
A finales de abril, Rusia suspendió los suministros de gas a Polonia y a Bulgaria ante su negativa a pagar las importaciones del combustible en rublos. La medida se tomó en conformidad con el decreto del presidente ruso, Vladímir Putin, de que Rusia solo aceptará pagos en rublos por el suministro de gas a los países “no amistosos” .
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